Por Elías Iván García Rios nSJ.
Ese
día, 20 de septiembre, la “comisión ecológica” del noviciado se sumó a la
necesidad mundial de tomar consciencia sobre el cuidado del medio
ambiente desde esta casa de formación de la Provincia Mexicana de la
Compañía de Jesús. Para empezar vimos dos videos: “La Historia
de las Cosas” y “La Isla de las Flores”, con ellos
reflexionamos sobre nuestra manera de consumir y de relacionarnos con
el medio ambiente y las cosas, que están dentro de una economía de
mercado que destruye al planeta y nos destruye a nosotros,
deshumanizándonos.
Por
otro lado, el mercado ha propuesto que la “moda ecológica” es lo
de hoy, pero en el fondo no se rompe con las dinámicas de las
necesidades creadas, seguimos comprando lo mismo sólo que
"ecológico", es decir seguimos siendo consumistas con el
mismo nivel de vida que el planeta ya no puede sostener. Hay dos
modos de relacionarnos con el planeta tierra, el primero es verla
como objeto, donde pago por las cosas y ya, esto tiene que ver con la
moda y mi confort; el segundo modo es verla como un sujeto, es decir
"amar a la tierra como madre", ser conscientes que está
muriendo, pero aun así nos sigue alimentando y dando vida.
Como
seres humanos, cristianos y religiosos, debemos cuestionar nuestro
estilo de vida, por lo que, desde hace tiempo, el noviciado procura:
- En los baños
- En las regaderas usar cubeta ecológica que capte el agua fría.
- Separar la basura.
- Cortar jabones.
- Marcar rastrillos y cepillos de dientes.
- En lavabos usar agua fría.
- Repartir shampoo en pequeñas botellas.
- Usar poco detergente para lavar pisos y W.C.
- En la cocina
- Separar basura (plástico, vidrio, latas y composta).
- Recolectar aceites quemados.
- Poco detergente para lavar loza.
- Los carros
- Uso mínimo.
- No usar manguera para lavarlos.
- Los aparatos electrónicos
- Apagar los monitores.
- Desconectar enchufes por las noches.
- Utilizar hojas recicladas y escribir por ambos lados.
- Para la despensa
- Llevar bolsas de casa.
- Comprar productos nacionales y locales.
- Ser conscientes en las mudas de ropa.
Finalmente,
las verdades parciales que propone la política neoliberal no apuntan
hacia un desarrollo sustentable que tome en cuenta a los más pobres,
quienes son los más afectados; por tanto como religiosos queremos
vivir de manera austera en solidaridad con ellos. Además queremos
poner de manifiesto que la ecología tiene que ver con una nueva
forma de relacionarnos con las cosas, porque vemos a un Dios
íntimamente relacionado con su creación. De ahí que “ser
guardianes unos de otros y todos del mundo” nos hace preguntarnos
cada día: ¿cómo vivo sustentablemente y cuido la creación de
Dios?
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